El movimiento slow es una filosofía de vida que nos llama a ralentizar el ritmo y gozar con lo que hacemos.
El movimiento slow down -ir más despacio- surge en contraposición a la cultura de la rapidez. Se trata de una actitud ante la vida que sustituye la prisa, el ser más rápido o el primero, por la placidez de vivir despacio, a tu ritmo. El movimiento slow cambia la ambición de "tener" cosas por la de "ser" y disfrutar de la vida.
Aplicado al ámbito laboral, no se trata de trabajar menos, sino de hacerlo con menos estrés y más satisfacción , creatividad e incluso productividad.
RACIONALIDAD LABORAL
Algunos consejos para poner en práctica el slowing son:
El movimiento slow down -ir más despacio- surge en contraposición a la cultura de la rapidez. Se trata de una actitud ante la vida que sustituye la prisa, el ser más rápido o el primero, por la placidez de vivir despacio, a tu ritmo. El movimiento slow cambia la ambición de "tener" cosas por la de "ser" y disfrutar de la vida.
Aplicado al ámbito laboral, no se trata de trabajar menos, sino de hacerlo con menos estrés y más satisfacción , creatividad e incluso productividad.
RACIONALIDAD LABORAL
Algunos consejos para poner en práctica el slowing son:
- Comienza el día sin prisas. Basta con levantarse un cuarto de hora antes -no es tanto y es solo cuestión de acostumbrarse- para tener tiempo de tomar un buen desayuno en un ambiente de tranquilidad que permita ir despertándose poco a poco. Un pequeño homenaje para empezar el día con buen pie.
- Ve andando al trabajo o, al menos, sal del metro o baja del autobús dos paradas antes para hacer el resto del recorrido a pie. Disfruta del paseo.
- Mantén a lo largo de todo el día la actitud de no acelerarte, incluso en situaciones de crisis. Ya sabes: "Vísteme despacio, que tengo prisa". Las pequeñas pausas pueden ayudarte: tómate un descanso de diez o quince minutos cada hora y media; y sigue la máxima de no hacer más de una cosa a la vez: "Despacito y buena letra".
- Come fuera del despacho. Evita las prisas y hablar de trabajo; elige alimentos sanos y disfrútalos en un ambiente de relax.
Practica el sano hábito de la siesta. Una ligera cabezada de quince minutos es suficiente para relajarte, refrescar la mente y afrontar el resto de la jornada con mejor disposición.
- Observa como fluye la naturaleza (escucha el sonido de los pájaros, como se mueven las nubes, mira las estrellas, un antiguo dicho reza, que mirar a las estrellas nos hace ser más inteligentes), comportarte en el trabajo con la actitud de aprender cada día, como si empezarás de nuevo. Nadie lo sabe todo y el tener la mente con la disposición de aprender te enriquece ("Sólo se que no se nada").
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